martes, 8 de enero de 2013

Las Habilidades Requieren Práctica y Experiencia
por Rick Warren
“Nosotros damos a conocer a Cristo a todos, aconsejándoles y enseñándoles con toda la sabiduría que Dios nos da, pues queremos presentarlos a todos ante Dios espiritualmente maduros en Cristo.” (Colosenses 1:28 PDT)
La cuarta medida del crecimiento espiritual es habilidad. Una habilidad es una destreza para hacer algo con facilidad y precisión. No desarrollas una habilidad al escuchar una conferencia, sino con la práctica y la experiencia. En la vida cristiana hay ciertas habilidades que debes desarrollar para poder madurar: habilidades de estudio bíblico, habilidades ministeriales, habilidades en las relaciones con otros, habilidades de administración del tiempo, y muchos otros.
Las habilidades son el "qué hacer" del crecimiento espiritual. El conocimiento y la perspectiva se preocupan por conocer. La convicción y el carácter tienen que ver con el ser. Las habilidades se refieren al hacer. Debemos ser “hacedores de la Palabra, no sólo oidores.” (Santiago 1:22 NVI). Nuestras acciones demuestran que pertenecemos a la familia de Dios. “Pero él les contestó: --Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica.” (Lucas 8:21 NVI).
Hoy muchos creyentes están frustrados porque saben qué hacer, pero nunca les han enseñado cómo hacerlo. Ellos escuchan numerosos mensajes sobre la importancia de estudiar la Biblia, pero nadie les muestra cómo hacerlo.
Se les hace sentir culpables por una vida de oración débil, pero nadie se toma el tiempo para explicarles cómo hacer una lista de oración, una manera de alabar el carácter de Dios mediante el uso de sus nombres, y cómo interceder por los demás.
La exhortación sin explicación lleva a la frustración. Cada vez que exhortamos a las personas a hacer algo, somos responsables de explicar exactamente cómo hacerlo.
Si quieres que tu iglesia produzca cristianos eficaces, debes enseñarles las habilidades necesarias para la vida cristiana y el ministerio. Recuerda que la habilidad, no la dedicación, es la clave de la eficacia en cualquier cosa. “Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear con más fuerza, sabia y bien ejecutada.” (Eclesiastés 10:10).
¿Qué habilidades de crecimiento espiritual debes desarrollar en tu vida?
¿De qué manera puedes ayudar a enseñar habilidades de crecimiento espiritual a los de tu grupo pequeño, iglesia, u otra área de influencia?

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