La aceptación de Dios: ¡Ya la tienes!
por Rick Warren
“¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:33-34 RV60)
La mayoría de nosotros pasamos la vida entera tratando de ganar aceptación. Queremos ganarla de nuestros padres, compañeros, socios en la vida, de la gente que es respetada, incluso de gente que envidiamos. La ruta hacia ser aceptados es un camino profundo que puede influir en el tipo de ropa que te pones, el tipo de coche que conduces, el tipo de casa que compras, e incluso la carrera que eliges.
¿Recuerdas cómo de niño, deseabas tanto estar entre el grupo popular, y alguien te decía: "Te reto a hacer esto" y te sugería algo que era estúpido o que ponía tu seguridad personal en riesgo? Pero lo hacías de todos modos, porque tu deseo de ser aceptado anula el deseo de seguridad.
Lo hacemos porque nos encanta la sensación de ser aceptados. El ser aceptado, hace cosas grandes para tu auto-estima. La verdad es que Jesús te acepta, y esta aceptación no se basa en tu desempaño. De hecho, puedes haber recibido a Cristo Jesús y aceptarlo en tu vida, pero ¿te das cuenta de que eres capaz de hacer eso porque Jesús te acepta? Tú no tienes que ganarte su aceptación, no tienes que probarte tú mismo a Él.
Tenemos que dejar de pensar: "Tengo un Dios imposible de agradar allí, y tengo que ser un buen chico o chica para ser aceptado." Dios, por Jesucristo, ya te ha aceptado. Esas son las ¡Buenas nuevas!
Habla Sobre Esto
Conocer a Dios te acepta, te libera de estar siempre preocupado de ser aceptado por los demás. ¿Por qué debería la crítica molestarte si el Creador del universo te acepta?
Conocer a Dios te acepta y te ayuda a aceptar a los demás: "Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios."(Romanos 15:7 NVI).
por Rick Warren
“¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:33-34 RV60)
La mayoría de nosotros pasamos la vida entera tratando de ganar aceptación. Queremos ganarla de nuestros padres, compañeros, socios en la vida, de la gente que es respetada, incluso de gente que envidiamos. La ruta hacia ser aceptados es un camino profundo que puede influir en el tipo de ropa que te pones, el tipo de coche que conduces, el tipo de casa que compras, e incluso la carrera que eliges.
¿Recuerdas cómo de niño, deseabas tanto estar entre el grupo popular, y alguien te decía: "Te reto a hacer esto" y te sugería algo que era estúpido o que ponía tu seguridad personal en riesgo? Pero lo hacías de todos modos, porque tu deseo de ser aceptado anula el deseo de seguridad.
Lo hacemos porque nos encanta la sensación de ser aceptados. El ser aceptado, hace cosas grandes para tu auto-estima. La verdad es que Jesús te acepta, y esta aceptación no se basa en tu desempaño. De hecho, puedes haber recibido a Cristo Jesús y aceptarlo en tu vida, pero ¿te das cuenta de que eres capaz de hacer eso porque Jesús te acepta? Tú no tienes que ganarte su aceptación, no tienes que probarte tú mismo a Él.
Tenemos que dejar de pensar: "Tengo un Dios imposible de agradar allí, y tengo que ser un buen chico o chica para ser aceptado." Dios, por Jesucristo, ya te ha aceptado. Esas son las ¡Buenas nuevas!
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Conocer a Dios te acepta, te libera de estar siempre preocupado de ser aceptado por los demás. ¿Por qué debería la crítica molestarte si el Creador del universo te acepta?
Conocer a Dios te acepta y te ayuda a aceptar a los demás: "Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios."(Romanos 15:7 NVI).
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