martes, 12 de febrero de 2013

Tesoro de La Palabra

Romanos 4:7: “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.”
TESORO BÍBLICO:
Había un rey que le preguntó a los esclavos en un buque: “¿Por qué están encadenados?” Uno respondió: “No sé. Estaba en medio de una multitud cuando se cometió un crimen. Soy inocente.” Le preguntó a otro quien contestó: “No soy culpable, soy víctima de falso testimonio.” El rey procedió a preguntarle a cada hombre lo mismo y cada uno tenía una explicación del porqué era inocente. Hasta que al preguntarle a un hombre, éste respondió: “Yo estoy aquí porque merezco estar aquí. He pecado contra mi Dios y contra mi rey. Y ahora estoy pagando mi sentencia.” El rey quedó admirado y exclamó: “¿Que estás haciendo aquí entre tantos hombres honestos? Guardias, ¡suéltenlo!”
PUNTO DE ACCIÓN:
Hasta que no admitamos nuestro pecado, no conoceremos la misericordia y el perdón de nuestro Rey.Arrodíllese ante Él hoy y admita que está perdido sin Él.

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