domingo, 12 de mayo de 2013

“Dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar.” (Romanos 12:2a NTV)
Las personas realmente no olvidan nada. Todo lo almacenan en algún lugar de sus mentes, podrás encontrar la fecha de tu aniversario, el resultado del ‘Super Bowl’ cuando tenías 10 años, y el día en que tu hijo perdió su primer diente.
Posiblemente no recuerdes estos eventos, pero las memorias están ahí.
La buena noticia es que tu cerebro almacena todo. La mala noticia es que tu cerebro almacena todo. Tu cerebro no puede distinguir entre lo que es imaginario y lo que es real, la verdad o la mentira.
Has almacenado toda clase de basura en tu cerebro. Y en la mayoría de esa basura es sobre la cual estás basando tus decisiones.
Cuando eras niño, los adultos te decían cosas que tú creías sin preguntar, porque ellos eran adultos y figuras de autoridad. Por ejemplo:
  • No eres muy coordinado.
  • Nunca serás bueno en matemáticas.
  • Siempre lucharás con tu peso.
  • Realmente a nadie le caes bien
  • Eres tímido
  • Realmente no tienes mucho que ofrecer
  • Nunca serás tan bueno como tu hermano
  • Me avergüenzas
Fueron mentiras en ese entonces, y son mentiras ahora. ¡Pero tú las crees!
Necesitas cambiar la cinta que está repitiéndose en tu mente. En lugar de repetir cintas llenas de mentiras necesitas repetir la verdad de la Palabra de Dios. Necesitas esconder la verdad de la Palabra de Dios en tu corazón.
Romanos 12:2 dice: “dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar.”
  1. Pídele a Dios que sane tus memorias. Dile a Dios: “Necesito que sanes estas memorias de rechazo, pecado, resentimiento, culpabilidad y abuso. Me lastiman. Por favor sáname.”
  2. Llena tu mente con la Palabra de Dios. Entre más verdad pongas en tu mente, más mentiras echarás fuera. Este es un reemplazo estratégico. En lugar de estar gastando tu tiempo mirando televisión y escuchando música, llena tu mente con la Palabra de Dios.
Durante años los psicólogos nos han dicho que nuestra auto estima viene de lo que tú piensas que la persona más importante en tu vida piensa de ti.
Haz de Jesús la persona más importante en tu vida, y esto cambiará todo. La Palabra de Dios dice: Tu eres amado (Juan 3:16), capaz (2 Pedro 1:3), valioso (Lucas 12:6), perdonado (Salmos 103:12) y capacitado (Efesios 4:12)
Deja que esa cinta se convierta en la melodía de tu vida, y tú nunca serás el mismo.
Reflexiona Sobre Esto
¿Que “cintas” de tu pasado tiendes a repetir una y otra vez en tu mente?
¿Qué dice la Palabra de Dios sobre las mentiras que mantienes repitiendo?

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