viernes, 24 de mayo de 2013

Pídele a Dios que repita la Hazaña

Pídele a Dios que Repita la Hazaña por Rick Warren "Josafat se puso de pie ante la comunidad de Judá en Jerusalén y oró." (2 Crónicas 20:5a-6a NTV) No hay ningún problema que sea demasiado grande o demasiado pequeño para que no puedas orar al respecto. 2 Crónicas 20:5a-6a dice: "Josafat se puso de pie ante la comunidad de Judá en Jerusalén y oró." ¡Eso es bueno hacer! Es importante orar de una manera diferente a la que normalmente oras, cuando las circunstancias van en tu contra. Josafat nos da un modelo de las tres cosas que necesitas orar cuando te sientas abrumado. Recuérdate a ti mismo quien es Dios “Oh Señor, Dios de nuestros antepasados, sólo tú eres el Dios que está en el cielo. Tú eres el gobernante de todos los reinos de la tierra. Tú eres fuerte y poderoso. ¡Nadie puede hacerte frente!” (2 Crónicas 20:6) Antes de hablarle a Dios acerca de tu problema y enfocarte en él, recuerda que Dios es más grande que el problema que enfrentas. El Rey Josafat se da cuenta que tres naciones enemigas están llegando a él, pero se detiene y dice: “Tú eres el gobernante de todos los reinos de la tierra. Tú eres fuerte y poderoso. ¡Nadie puede hacerte frente.” Recuérdate a ti mismo lo que Él ha hecho en el pasado. Piensa en los tiempos cuando Dios te ha ayudado y en los milagros que Él ha realizado en tu vida. “Oh Dios nuestro, ¿acaso no expulsaste a los que vivían en esta tierra cuando llegó tu pueblo Israel? ¿Acaso no les diste esta tierra para siempre a los descendientes de tu amigo Abraham?” (2 Crónicas 20:7) Josafat recordó todo lo que Dios había hecho en el pasado con el pueblo de Israel. Pídele ayuda a Dios ahora mismo. ¿Qué tal si repites la hazaña, Señor? ¡Hazlo otra vez! En el versículo 9 Josafat menciona tres clases de situaciones: guerra, epidemia y hambre. Él dice: Ninguno de estos es difícil para ti. Tú nos has ayudado en el pasado, entonces hazlo otra vez” Su oración se construye en torno a tres preguntas: ¿No eres tú? ¿Tú no lo hiciste? ¿Tú no lo harías? "¿No eres tu Dios?" Sí. Tú estás al cuidado, y eres tan grande que puedes controlarlo. "¿Tú no lo hiciste en el pasado?" Sí. Nos ayudaste en el pasado. “¿Tú no lo harías otra vez?" Sí. ¡Tú lo harías otra vez! Esta es la forma que necesitas orar cuando estés abrumado. No importa qué situación sea, recuerda primero quien es Dios; lo que Él ha hecho; y luego pídele a Él que lo repita. Una vez que hayas hecho esto, estarás listo para hablar de tu problema. Reflexiona Sobre Esto ¿Cómo cambiaria tu perspectiva en la difícil situación que estés enfrentando si recuerdas que Dios es más grande que tu problema? ¿Cuál es la diferencia en orar con expectativa? ¿Cómo te puede ayudar a orar con expectativa las tres preguntas acerca de Dios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario