viernes, 15 de junio de 2012

La Carga de Dios es Liviana
por Rick Warren
“Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno
de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil
de llevar y la carga que les doy es liviana.” (Mateo 11:29-30 NTV)

Las expectativas son un yugo. Algunos de ustedes están llevando un yugo - una carga muy pesada – de las expectativas que pusieron en ti por tus padres, tu esposo, tu esposa, tus hijos, tu jefe o tu profesor.
Pero la mayoría de nosotros llevamos el yugo de cargas que nosotros mismos nos hemos puesto, a causa de la culpa no resuelta y las expectativas poco realistas. Estamos tratando de demostrar que importamos.
Tomamos un yugo que Dios nunca quiso, con el fin de demostrar que somos importantes, Dios dice que somos importantes: Él nos ha creado para estar con Él y para cumplir con una misión única en la vida. Eso nos hace importantes, no nos hace importantes todas las cosas que hacemos (o dejamos de hacer).
El yugo de Dios es seguir su propósito para nuestras vidas, y cuando lo hacemos, las cosas funcionan mucho mejor. Al seguir nuestro propio camino en la vida, llegamos a poner un ladrillo tras otro. En cierto sentido, Dios dice: "Haz mi propósito, haz mi plan para tu vida."
¿Cuánto pesa el yugo de Dios? Jesús dice: "El yugo que les daré es ligero y fácil." Tú dices: "Pero mi vida cristiana no es fácil. Mi vida cristiana es dura, es como un deber que tengo que cumplir”.
Entonces, puede ser que estés fuera de la voluntad de Dios. Puedes estar haciendo algo que Dios nunca quiso que hicieras. No puedo decir algo más sencillo que esto: Puede ser que algunas de las cosas que crees que Dios está pidiendo que hagas, realmente no las está pidiendo que las hagas. Tu conciencia y tu perfeccionismo te están pidiendo que las hagas.
Jesús no vino para darte una carga sino una bendición.
¿Estoy diciendo que la vida cristiana no tiene problemas? ¡No, en lo absoluto! Todos nosotros tendremos muchos problemas. La vida cristiana está llena de dificultades. El punto es este: Vivir en el centro de la voluntad de Dios es una carga más ligera, que vivir fuera de la voluntad de Dios. Vivir para el propósito y plan de Dios para tu vida es más relajado, más agradable, que la carga que puedes tener al elegir vivir tu vida de cualquier manera.
Habla sobre el tema
Puedes estar haciendo algunas cosas en tu vida que Dios nunca quiso que hicieras. Tienes que llegar tranquilo ante Dios y preguntarle: "¿Qué necesito eliminar de mi vida?"

Habla de esto con un amigo: Vivir en el centro de la voluntad de Dios es una carga más ligera, que vivir fuera de la voluntad de Dios

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