viernes, 27 de julio de 2012

¿Miedo al Rechazo? Mantén la Eternidad en Mente

¿Miedo al Rechazo? Mantén la Eternidad en Mente
por Rick Warren
"Yo, sí, yo soy quien te consuela. Entonces, ¿por qué les
temes a simples seres humanos que se marchitan
como la hierba y desaparecen?" (Isaías 51:12 NTV)
Una manera de contrarrestar el miedo al rechazo es mantener una perspectiva correcta. Puedes escuchar la opinión de otros, pero nunca sobre valúes lo que dicen.
En el versículo de hoy, Isaías dice que nuestra vida aquí en la tierra es temporal, así que, ¿por qué tener miedo de las opiniones de otras personas? Las otras personas no son Dios, y sus opiniones de todas maneras no van a durar. El secreto del éxito es durar más tiempo que tus críticos.
Isaías dice que si un hombre mortal te rebaja, no te preocupes por eso. Dios es el que cuenta. No asumas que sus juicios son infalibles o vienen directo de Dios. No tienes que aceptar automáticamente la crítica de otro; debes juzgarla por lo que vale.
¿Por qué estoy diciendo esto? Porque cuando la aceptación de las personas se vuelve muy importante para ti, te estás exponiendo al temor a ser rechazado.
La Biblia dice, “¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?” (Romanos 8:31 NVI). Si te das cuenta, cuánto está Dios a favor de ti, tendrás la habilidad de sobreponerte a un rechazo enorme.
Para muchas personas, lo más importante es la popularidad, la  fama o el  aplauso.  “¿Qué piensan los otros de mi? ¿Cómo luzco ante los demás? ¡La imagen lo es todo!”.
Si vives de esta manera, estás a merced de las opiniones de todos los demás. Si piensan que soy un perdedor, debo ser un perdedor. Si piensan que soy un tonto  debo ser un tonto. Yo no quiero vivir de esta manera, ¿tu sí?
Dios nunca tuvo la intención de que vivas de esa manera. Él dice, “¿Por qué los escuchas? Son sólo hombres mortales. Yo soy el que cuenta. Ellos no duran más que la hierba.
Pablo dice que su meta en la vida es complacer a Dios, no a los hombres. “Por lo que acabo de decir, ¿piensan que estoy buscando la aprobación de la gente o la de Dios? ¿O que trato de quedar bien con la gente? Pues, si quisiera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo”. (Gálatas 1:10 PDT)
Él dice que tengo opción. Puedo elegir vivir para el aplauso de Dios o para el aplauso de las personas. ¿A quién estás más interesado de agradar? ¿A la multitud o a Dios? Pablo dice que no puedes buscar la aprobación de ambos a la vez. Tienes que elegir a quién quieres impresionar. Sólo recuerda cuál aplauso “se marchita como la hierba y desaparece”.
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¿Cuál es la diferencia en ser afectados y ser dirigidos por las opiniones de otros?

¿Cómo luce estar dirigido por las opiniones de otros? ¿Por qué crees que podría causar problemas en tu vida?

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