No Somos Salvos por el Servicio sino para el Servicio
por Rick Warren
"Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras,
sino por su propia determinación y gracia." (2 Timoteo 1:9 NVI)
Tú fuiste salvado para servir al Señor. La Biblia dice: "Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia." (2 Timoteo 1:9 NVI).
Dios te ha redimido para que puedas hacer su "un trabajo santo". No fuiste salvo por servir, sino has sido salvo para servir. En el reino de Dios, tú tienes un lugar, un propósito, un rol y una función para cumplir. Esto le da a tu vida valor y un gran significado.
A Jesús le costó su propia vida comprar tu salvación. La Biblia nos recuerda, “porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.” (1 Corintios 6:20 NTV).
No servimos a Dios por un sentimiento de culpa o temor o aún por obligación, sino servimos con gozo y una gran gratitud por lo que Él ha hecho por nosotros. Le debemos nuestras vidas. A través de la salvación nuestro pasado ha sido perdonado, nuestro presente adquiere sentido y significado, y nuestro futuro ha sido asegurado. A la luz de estos increíbles beneficios, Pablo concluye, "Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”. (Romanos 12:1 NVI).
El apóstol Juan enseñó que nuestro servicio amoroso a los demás demuestra que realmente hemos sido salvos, Él dijo: "Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos." (1 Juan 3:14a NVI).
Si no tengo amor por otros, no tengo deseo de servir a otros, y sólo estoy preocupado por mis necesidades, debería preguntarme si Cristo está realmente en mi vida. Un corazón salvo es uno que quiere servir.
Habla Sobre Esto
¿Cómo tu servicio cambia cuando sirves motivado por la gratitud y no motivado por la culpa?
¿En qué forma piensas que Dios quiere que tú uses tu cuerpo para honrarlo a Él?
"Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras,
sino por su propia determinación y gracia." (2 Timoteo 1:9 NVI)
Tú fuiste salvado para servir al Señor. La Biblia dice: "Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia." (2 Timoteo 1:9 NVI).
Dios te ha redimido para que puedas hacer su "un trabajo santo". No fuiste salvo por servir, sino has sido salvo para servir. En el reino de Dios, tú tienes un lugar, un propósito, un rol y una función para cumplir. Esto le da a tu vida valor y un gran significado.
A Jesús le costó su propia vida comprar tu salvación. La Biblia nos recuerda, “porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.” (1 Corintios 6:20 NTV).
No servimos a Dios por un sentimiento de culpa o temor o aún por obligación, sino servimos con gozo y una gran gratitud por lo que Él ha hecho por nosotros. Le debemos nuestras vidas. A través de la salvación nuestro pasado ha sido perdonado, nuestro presente adquiere sentido y significado, y nuestro futuro ha sido asegurado. A la luz de estos increíbles beneficios, Pablo concluye, "Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”. (Romanos 12:1 NVI).
El apóstol Juan enseñó que nuestro servicio amoroso a los demás demuestra que realmente hemos sido salvos, Él dijo: "Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos." (1 Juan 3:14a NVI).
Si no tengo amor por otros, no tengo deseo de servir a otros, y sólo estoy preocupado por mis necesidades, debería preguntarme si Cristo está realmente en mi vida. Un corazón salvo es uno que quiere servir.
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¿Cómo tu servicio cambia cuando sirves motivado por la gratitud y no motivado por la culpa?
¿En qué forma piensas que Dios quiere que tú uses tu cuerpo para honrarlo a Él?
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