viernes, 16 de noviembre de 2012

Sé un Aprendiz
por Jon Walker
“Hermanos, no me había dado cuenta de que es el sumo
sacerdote —respondió Pablo—; de hecho está escrito:
‘No hables mal del jefe de tu pueblo.”’ (Hechos 23:5 NVI)
Tenemos un espíritu de aprendiz cuando podemos responder rápidamente a la verdad, trayendo nuestras creencias, pensamientos, y comportamientos en  línea con lo que es verdadero.
En un ejemplo muy extremo de ser un aprendiz, el apóstol Pablo se presenta ante el Sanedrín con los labios sangrando. Alguien había pedido que abofetearan a Pablo.
Inmediatamente, Pablo reprocha al hombre que dio la orden: “Dios te golpeará a ti, hipócrita corrupto! ¿Qué clase de juez eres si tú mismo infringes la ley al ordenar que me golpeen así?” (Hechos 23:3 NTV)
Pablo es inmediatamente reprendido por los hombres que estaban a su lado. Le dicen que el hombre que dio la orden de darle una bofetada fue el sumo sacerdote, “¿Cómo te atreves a insultar al sumo sacerdote de Dios?,” Y a pesar de que Pablo tiene desacuerdos con el hombre, lo respeta como líder ungido de Dios en ese lugar y en ese momento. (Hechos 23:4).
Pablo inmediatamente hace la corrección y, con el gusto de sangre todavía en su boca, dice, “Hermanos, no me había dado cuenta de que es el sumo sacerdote —respondió Pablo—; de hecho está escrito: “No hables mal del jefe de tu pueblo.” (Hechos 23:5 NVI).
La Biblia dice que es aconsejable ser abierto a la instrucción, incluso a ser reprendido: “No reprendas al insolente, no sea que acabe por odiarte; reprende al sabio, y te amará. Instruye al sabio, y se hará más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.” (Proverbios 9:8-9 NVI).
Habla Sobre Esto
¿Quiénes son los líderes en tu vida a quien Dios quiere que muestres respeto?

¿Cómo te calificarías a ti mismo siendo “abierto a la instrucción, incluso siendo reprendido

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