El Perdón te lleva a la plenitud de la Vida
por Rick Warren
“Luego Pedro se le acercó y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces debo
perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces? —No siete veces
—respondió Jesús—, sino setenta veces siete.” (Mateo 18:21-22 NTV)
El libro de Job nos cuenta cómo los amigos de Job lo hirieron tremendamente. Lo traicionaron, fueron desleales, lo criticaron y lo mal interpretaron. Nada hiere tanto como ser malinterpretado o acusado falsamente. ¡Y ni siquiera fue falta de Job! Él era inocente. Tenía todo el derecho de estar resentido.
Pero Dios hizo un giro de 180 grados en la vida de Job – no después que Job se vengara o dejara crecer su resentimiento. Dios trabajó en la vida de Job después que Job dejó ir a sus ofensores y los perdonó. La Biblia nos dice que no solamente los dejó ir, sino que también oró por ellos (Job 42:10).
¿Por qué es importante dejar ir a tus ofensores?  Porque nos convertimos en lo que nos enfocamos. “No voy a sentir resentimiento”. ¿En qué nos estamos enfocando? Resentimiento. “Nunca voy a ser como mi mamá”. Si no los dejas ir vas a comenzar a parecerte a aquellos que te hicieron daño. Es un hecho de la vida.
La amargura de corazón hace cosas extrañas en tu personalidad. No fuimos creados para ir por la vida cargando resentimiento. Se cobra un precio en nuestra vida.
¿Cuántas veces debes perdonar a alguien? Pedro le hizo esta pregunta a Jesús, y Jesús le respondió “setenta veces siete”- ¡eso es 490 veces!
¿Acumulas municiones en tu matrimonio? El amor no lleva la cuenta. El perdón debe ser continuo. Cada vez que recuerdas el pecado de alguien contra ti, lo perdonas nuevamente hasta que te des cuenta que lo dejaste ir.
¿Cómo te das cuenta que dejaste ir completamente a una persona? Cuando ya no te duele más. Puedes orar por su éxito. Te sientes bien en su presencia. Puedes empatizar.
No sé de ningún momento en que haya sentido tener que perdonar a alguien. Pero lo hago, no porque lo sienta, sino porque Dios me pide que lo haga, y porque perdonar me da la libertad de vivir la vida plena que Dios planeó para mí.
Habla sobre esto
¿Quién tiene más recursos a su disposición, tú o Dios? ¿Quién puede hacer un mejor trabajo emparejando las cosas, tú o Dios? Mientras esperas que Dios empareje el resultado y haga justicia, debes perdonar para que puedas seguir con tu vida.

¿A quién necesitas perdonar?