martes, 7 de agosto de 2012

La Sanación Empieza al Revelar tú Dolor
por Rick Warren
“Odio mi vida y no quiero seguir viviendo. Oh, déjame en
paz durante los pocos días que me quedan.” (Job 7:16 NTV)
Job sin duda no se contiene cuando le deja saber a Dios lo enojado que esta: “Estoy harto de mi vida. Dejen que desahogue mis quejas abiertamente, mi alma llena de amargura debe quejarse.” (Job 10:1 NTV)
Entonces, ¿qué hizo Dios cuando escucho los lamentos de Job? ¿Piensas que Dios se sorprendió? ¡Claro que no! Dios sabía que Job estaba de mal genio desde el mismo momento que se puso de mal genio. Él solo quería que Job lo admitiera, para sacárselo de su pecho.
El inicio de cualquier sanación en tu vida es revelar tu herida. Si deseas desaserte de tus heridas emocionales, tienes que compartirlas con alguien.
Algunos de ustedes están enojados con Dios por cosas que les han sucedido en el pasado. Él lo sabe, tú lo sabes, pero no lo quieres admitir. El punto de partida es decir, “Dios, todavía estoy molesto. ¡Estoy enojado que eso haya pasado!” Dios no te va a freír con un rayo si le confiesas tus sentimientos. Él ya sabe como te sientes. Tu solo empieza el proceso de sanación al admitirlo.
¿Que hay en tu vida que estas pretendiendo no saber? ¿Qué herida en tu matrimonio o en tus relaciones con los demás, estas pretendiendo que no están allí? ¿Qué conflicto en tu familia estas pretendiendo que no es verdad?
Es necesario que lo enfrentes. Ese es el primer paso.
Tal vez estés tratando de enterrar tu pasado, pero sigue resucitando por si solo. Hay cosas por todos lados que mantienen la memoria viva. Tu pasado sigue apareciendo porque nunca lo has enfrentado.
En vez de enterrar el pasado, tú necesitas cerrar la puerta del pasado para que puedas seguir adelante con el presente. Donde hayas estado, no importa tanto como la dirección en la que vas hoy. Necesitas cerrar la puerta del pasado, pero no hay un cierre sin divulgación. No puedes cerrar esa puerta hasta que no lo enfrentes y lo compartas con alguien.
Habla acerca de esto
De pronto, hoy necesites escribirle una carta a Dios y decirle tus sentimientos. Dios entiende tu herida y tu dolor y esta esperando por ti para que le hables al respecto. Escribir tus sentimientos en un papel te ayudara a expresar tu corazón a Dios.

Luego, necesitas conseguir un grupo pequeño. Necesitas por lo menos una persona que te ame incondicionalmente para que te desaogues del todo. En un grupo pequeño encontraras a alguien que se convertirá en un amigo muy cercano y orara contigo a través de tus heridas.

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